Roma: más allá del Coliseo y de Julio Cesar

No voy a ser yo quien os diga que, si vais a Roma, no visitéis el Coliseo, San Pedro del Vaticano, los propios Museos Vaticanos o que no os perdáis por las calles de Trastevere. Por supuesto, todo eso hay que hacerlo. Si eres guiri, tienes que ser guiri al 100% y hacer las típicas cosas del guiri. 

Pero sí, hay vida mas allá de los tópicos, de las pizzas y pasta e incluso, me atrevería a decir que hay vida mas allá del Imperio Romano (aunque en esta selección se vaya a colar algo de ellos). Por eso, hemos decidido compartir con vosotros algunas visitas diferentes que hicimos en nuestro ultimo viaje a Roma y otras que teníamos en nuestra agenda pero por falta de tiempo no nos dio tiempo a hacer. No todas ellas son magnificas y extraordinarias, pero quizás os pueda servir de experiencia para vuestro próximo viaje a la capital del Imperio Romano.

TERMAS DE CARACALLA

Sin duda, nuestro gran descubrimiento pero también uno de nuestros mayores errores. 

A pesar de ser uno de los mayores complejos termales de la Antigüedad y mejor conservados, así como de estar cerca de, por ejemplo, el Coliseo (a tan solo 15 minutos andando), creemos que es uno de los grandes desconocidos. 

Estas termas fueron construidas en el siglo I a.C por Agripa, aunque será dos siglos después cuando el propio Caracalla construya las termas más suntuosas jamás erigidas, concebidas como si de una obra de arte se trataran. Durante más de tres siglos permanecieron activas hasta que los bárbaros destruyeron sus acueductos y quedaron abandonadas. Hoy en día, la planta y estructura de las termas se conserva prácticamente intacta, así como muchos de sus muros, de más de 30 metros de altura que te harán sentir pequeñito y algunos de sus mármoles y suelos revestidos, que nos dan una idea de la magnificencia de esta colosal arquitectura. Asimismo, también podréis ser conscientes de los sistemas de abastecimiento hidráulico, calefacción y desagüe, es decir, los métodos que utilizaban bajo el suelo para calentar el pavimento y las paredes, así como el agua de las diferentes piscinas. 

La entrada a las termas tiene un precio de 8 euros para los adultos. Nuestro error fue no coger la opción de la realidad virtual. Sí que es cierto que hay varios carteles informativos con diversos mapas e ilustraciones pero, a decir verdad, y por lo que pudimos apreciar, ahora vemos imprescindible optar por pagar la realidad virtual, que eran 5 euros mas. Podréis disfrutar de lo que veis actualmente y de como era hace dieciocho siglos. 

Por cierto, ¿alguno de vosotros ha leído el libro de “Yo Julia”? Pues Caracalla es uno de los dos hijos de la propia Julia Domna. Efectivamente, en el libro no aparece llamado así sino Antonino. Caracalla realmente es una capa de origen galo, que puso de moda y que además la hizo obligatoria para todos los soldados. 

CEMENTERIO PROTESTANTE

Sí, en Roma, quizás una de las ciudades mas católicas, apostólicas y romanas del mundo, tiene entre sus muros un cementerio protestante. ¡Y una pirámide!

Situado a unos 25 minutos de las Termas de Caracalla, realmente, no es un cementerio protestante, sino un cementerio no católico, donde se enterró a todo aquel cuya religión no fuera la católica. Tenéis que tener en cuenta que, durante el Romanticismo y Neoclasicismo, la iglesia prohibía a protestantes, ortodoxos, judíos, artistas y suicidas que fueran enterrados en sus iglesias y campos santos por lo que se les enterraba extramuros y ello motivó, en el siglo XVIII, su construcción. 

Si alguna vez habéis estado en cementerio del norte de Europa (Inglaterra, Escocia, Irlanda…) podréis apreciar la misma composición y arquitectura. Hay tumbas realmente bellas y pasear entre ellas es como un pequeño oasis dentro de la ciudad. 

Pero, ¿por qué hay una pirámide en uno de los extremos del cementerio? Esta pirámide en sí misma es una tumba construida para Cayo Cestio entre los años 18 y 12 a.C. Si vais, os tenéis que fijar muy detalladamente ya que aún puede conservarse parte de la inscripción en la que el propio Cayo Cestio obligaba a sus herederos a construirla en 330 días o sino no cobrarían su herencia. El motivo de la pirámide es muy fácil: hacia pocos años que Roma había conquistado Egipto, donde en esos momentos aún gobernaba Cleopatra. Las nuevas influencias del país africano calaron muy hondo en las ideas e influencias romanas, por lo que Cayo Cestio decidió copiar las famosas pirámides egipcias y enterrarse en una de ellas, aunque bastante menor de tamaño. 

PARQUE GIANICOLO

Bien en sabido que Roma esta rodeada por siete colinas (ninguna alcanza mas de 65 metros de altura): Aventino, Capitolino, Celio, Esquilino, el monte Palatino, Quirinal y Viminal. Pues bien, el Gianicolo está considerada como la octava colina. Ubicada en el barrio de Trastevere, sus 82 metros de altura ofrecen una de las panorámicas más amplias de la ciudad. 

Es cierto que, además, ha tenido un papel histórico en la defensa de Roma, ya que aquí Garibaldi consiguió salir victorioso ante el ataque de las tropas francesas; y sí, también aquí está el lugar donde, según la tradición, fue crucificado San Pedro y donde ahora esta edificada San Pietro in Montorio por el famoso arquitecto Bramante. Pero no, nosotros no lo recomendamos. 

Fuimos porque nuestro alojamiento estaba situado en Trastevere y, como llegamos antes de tiempo, así veíamos Roma desde las alturas desde el primer momento. Dejando aparte la subidita, es un parque tranquilo con bonitas vistas y donde se encuentra la Real Academia de España en Roma, pero no ofrece mucho más y creemos, hay cosas mucho mas interesantes en la ciudad como para “perder el tiempo” subiendo al Gianicolo

Eso sí, ¡es gratis!

ISLA TIBERINA

¿Sabias que en la ciudad de Roma hay una isla en mitad del río Tiber? Con forma de barca, la isla tiberina, en la antigüedad, fue importante ya que aquí se encontraba el templo dedicado a Esculapio, el Dios de la medicina. 

No os esperéis una gran isla, ni siquiera como Ile de la Cite en París donde se ubica Notre Dame o la Sainte Chapelle. Únicamente mide 270 metros de largo y 67 metros de ancho y por esta razón, mucha gente se olvida de que existe esta pequeña isla, ya que la cruza sin darse apenas cuenta. 

Vimos varios locales en las orillas, sin bañarse obviamente y asistimos a un precioso atardecer desde su puente. Pero lo que más nos sorprendió fue un amigo inesperado. “Un grosso topo” según un italiano que teníamos al lado. Vamos, una PEDAZO RATA GIGANTESCA. Os dejamos las pruebas.  ¿Ya intuis porque no se bañaban, verdad?

VISITAS QUE NO PUDIMOS HACER

Hubo un par de cosas que nos dejamos por hacer, pero que aun así os las proponemos. Si os animáis a ir, dadnos mucha envidia, por favor. 

MERCADO DE TRAJANO

Fue el primer centro comercial cubierto de la historia, construido en el siglo II d.C. ¿Os imagináis un centro comercial romano, con seis plantas y 150 locales comerciales? Pues esto era. ¡Y creemos que lo hemos inventado todo en el siglo XXI!

Antes del siglo I a.C solamente había un foro que, debido a las conquistas, se había quedado pequeño. De esta forma, Julio Cesar decidió agrandarlo, formando el Foro Cesar. Después Augusto, Vespasiano, Nerva y Trajano harían también los suyos propios. Este mercado pertenece al foro de Trajano, quien, además de este mercado, construyó una basílica y una biblioteca 

A Mussolini hay que agradecerle muy pocas cosas, pero quizás, el descubrimiento de este mercado en 1924 sea una de ellas. “Gracias” a su deseo de construir la Vía del Imperio (actual Avenida de los Foros Imperiales), saco a la luz todos los foros imperiales. 

Sinceramente, de esta visita nos enteramos en nuestro free Tour, porque ninguno teniamos ni idea de que se podía visitar. Nuestro único “día libre” era el lunes y, por supuesto, los lunes no abre. Abren de martes a domingo, de 9 a 19:00. El precio es de 9,50 euros. 

CATACUMBAS DE CALIXTO

De esta visita poco os podemos comentar, salvo que Roma esta rodeada de Catacumbas, siendo las de Calixto las “más populares” por haberse convertido en el siglo II d.C en el cementerio oficial de la Iglesia. Aquí están enterrados, además de miles de cristianos, 16 papas. Y es que esta compuesto por 20 kilómetros de corredores y  20 metros de profundidad con sus respectivos pisos

La entrada para los adultos son 8 euros. Nosotros teníamos pensados hacer visita guiada (por el hecho de no perdernos en ese gran laberinto). Antes del Covid- 19, al menos, había visitas cada media hora y duraban 40 minutos, sin pagar nada extra. Pero todo esto teneis que mirarlo ahora de nuevo. 

Tened en cuenta, ademas, que a estas Catacumbas tendréis que ir en autobus, ya que esta en una zona a las afueras de Roma

CRIPTA DE LOS CAPUCHINOS

Por ultimo, y mi visita futura favorita (Raquel) es la Cripta de los Capuchinos, situada en la iglesia de Santa María Concepción. Juzgad vosotros mismos esta fantasía de cripta

La cripta, divida en capillas, esta decorada con los huesos de mas de 4.000 monjes capuchinos. Pero además de huesos, también hay esqueletos completos ataviados con el propio hábito de los monjes capuchinos. 

Por supuesto, no es gratis. Cuesta 6 euros pero… ¡yo no me volvería a quedar sin verlo!

Y vosotros, ¿conocéis más sitios «raros» en Roma? ¡Somos todo oídos!

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Una respuesta a “Roma: más allá del Coliseo y de Julio Cesar”

  1. Roma siempre enamora y siempre quedan sitios por ver..
    Muy buenas recomendaciones…las tendre en cuenta para una proxima visita

    Me gusta

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